"Cómo Evitar Compartir en Exceso" Por Rick Qualls

Como dice la Biblia, “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Los temblores de mis manos fueron especialmente malos cuando me senté en un grupo de otros pastores. Era uno de esos días en los que “se necesitan dos manos para sostener una taza de café”. Todos eran demasiado educados para preguntar. Pero sentí la necesidad de explicarme. Y me ofrecí, “Mis manos tiemblan como un efecto secundario de mi medicina”. Quería que entendieran que no estaba nervioso. Pero, por supuesto, después de la explicación me puse nervioso. Y mi compartir hizo que todos se sintieran incómodos. No era el tiempo ni el lugar para compartir esa información. Nadie lo había mencionado. Nadie estaba mirando. Puede que nadie lo había notado. Se trataba más de mi hiperconsciencia que la del grupo. ¿Alguna vez te has encontrado compartiendo demasiado sobre tu enfermedad o tus medicinas? Saber cuándo compartir es una cuestión de límites. Lleva tiempo cons...