"No Renuncies a Tus Sueños" Por Jamie Meyer
Todos
conocemos gente a la que le encanta hacer propósitos de Año Nuevo. Se lanzan a
un nuevo año calendario con entusiasmo y energía, viéndolo como la oportunidad
perfecta para hacer borrón y cuenta nueva. Se comprometen a hacer más
ejercicio, comer menos y reducir los gastos.
Encuentro
todo el alboroto del comienzo de un nuevo año un poco agotador. Estoy tan
cansada de toda la cocina de las fiestas, las compras y las reuniones sociales
que todo lo que quiero hacer es relajarme. Mientras el resto del mundo se
prepara para hacer ejercicios intensos en el gimnasio y purgar sus cocinas de
alimentos poco saludables (por cierto, me encantaría quitarte de las manos esos
Fritos y galletas Oreo), yo sólo quiero deslizarme tranquilamente hacia enero.
Vivir
con un diagnóstico de salud mental ha cambiado mi forma de ver la vida, la cual
es diferente a como la mayoría de la gente la ve. Como se dice, marcho a un
ritmo diferente. Tengo que recordarme a mí misma que está bien ser diferente,
que es perfectamente aceptable hacer del cuidado de mí misma una prioridad
diaria.
Con
el tiempo he aprendido a reconocer y respetar mis límites. Ya no me avergüenzo
de decir “no” a las cosas que superan esos límites y me llevan a la hipomanía o
a la depresión. Me digo a mí misma que está bien trabajar unas pocas horas a la
semana en lugar de cuarenta, aunque tenga tiempo para trabajar más. No me
siento avergonzada de tomar varios medicamentos y ver a un terapeuta porque sé
que esas cosas me ayudarán a mantenerme bien.
Si
bien un nuevo año es un momento tan bueno como cualquier otro para volver a
comprometerme con un buen autocuidado, también quiero aprovechar este tiempo
para reflexionar sobre cómo me veo a mí misma, ya sea positiva o negativa. ¿Es
mi deseo experimentar la vida más plenamente? ¿Deseo crecer como persona
esforzándome por aprender y experimentar cosas nuevas? ¿Me permitiré soñar con
lo que puede ser?
Desafortunadamente,
nuestra mente tiende a poner límites a lo que podemos o no podemos hacer, a
menudo creyendo que nunca podremos alcanzar nuestros sueños. Tal vez tuvimos
que dejar la universidad, volver a casa o dejar un trabajo porque nuestro
cerebro comenzó a funcionar mal. La vida se puso patas arriba y nuestro mundo
seguro y predecible desapareció.
La
noticia esperanzadora es que Dios nos diseñó a cada uno de nosotros con la
habilidad de adaptarnos al cambio, ya sea dentro de nuestro cuerpo o en el mundo
que nos rodea. Sin embargo, para que esto funcione, debemos tomar una decisión:
¿Elegiré aceptar los cambios que mi enfermedad ha traído o me quedaré estancada
en la amargura y la desesperanza?
Me
llevó tiempo aceptar plenamente mi diagnóstico, pero una vez que lo hice,
aprendí gradualmente a adaptarme a los cambios que trajo consigo. Comencé a
soñar de nuevo. Busqué oportunidades para seguir creciendo como persona y para
encontrar el sentido y la satisfacción en la vida. Me volví más compasiva hacia
las personas que experimentaban desafíos de salud mental como yo. No habría
escrito un libro ni habría comenzado a escribir un blog sobre temas de salud
mental si no fuera por el dolor y lo que me enseñó.
Así
que al comenzar el año 2017, permítete soñar de nuevo. Graba tus sueños en
papel. Da pasos de bebé hacia ellos. Niégate a decirte a ti mismo que no eres
valioso o que tu vida nunca será de mucho valor porque tienes un diagnóstico de
salud mental. Deja ir el miedo y las limitaciones que te has impuesto a ti
mismo.
A
medida que se desarrolle este nuevo año, mantén el compromiso de cuidarte a ti
mismo, pero también ve más allá de ti mismo para comprender lo que sea que te
ayude a vivir la vida al máximo. Las palabras de Jesús “He venido para que
tengan vida y la tengan en abundancia” se aplican a todos nosotros.
Fresh Hope es una organización sin fines de lucro basada en la fe que permite a las personas vivir bien a pesar de su reto de salud mental.
TU regalo proporcionará a una persona Nueva Esperanza de Dios para la vida diaria. Haz clic aquí para donar, hoy.
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