"Maneras de Encontrar Motivación Cuando Estás Deprimido" Por Rick Qualls
Es difícil para mí empezar a escribir hoy. Mi estado de ánimo es triste y la depresión me está haciendo sentir apático.
Uno de los
principales efectos estar deprimido es la falta de motivación. Cuando la
depresión es severa, puede ser incluso difícil levantarse de la cama. En otros
días puede ser difícil “ponerse en marcha”.
¿Qué hace la
gente para encontrar motivación? Aquí hay algunas cosas que he aprendido.
Para mí, el
ejercicio crea una ráfaga de energía que dura varias horas en mi día. Esta
energía me ayuda a motivarme por el día. La parte difícil es hacer ejercicio.
Si el ejercicio se convierte en un hábito, se necesita menos motivación para
continuar.
Preparo mi
ropa de ejercicio para que cuando suene mi alarma pueda usar una bicicleta
elíptica. Mientras mi mente está nublada por el sueño, me resisto menos al
ejercicio. Cuanto menos tiempo tengo para pensar en no querer ejercitarme, es
más fácil empezar.
Muchas
personas descubren que pueden encontrar motivación para hacer ejercicio involucrando
a un amigo a caminar, nadar, trotar o andar en bicicleta. Hacer cosas con otras
personas puede ayudar a nuestra motivación.
Otras
personas, amigos y familiares, pueden ser la fuente de un pequeño “empujón” que
necesitamos para movernos. Ir a dar un paseo en auto con un amigo o una breve
experiencia de compras puede darnos energía sobre nuestra inercia.
Otra cosa a
intentar es desarrollar una lista de cosas agradables que puedes hacer. Durante
los días buenos has una lista de cosas que normalmente disfrutarías. Una lista
de libros que quieres leer. Programas comunitarios que normalmente te
interesarían. Lugares tranquilos para ir.
Un reloj temporizador
puede ser útil. Durante los días realmente malos establece tu temporizador para
10 minutos. Haz tu temida tarea por un corto tiempo y luego puedes parar. Con
frecuencia, después de 10 minutos puedes optar por configurar el temporizador
para otros 10 minutos. Recuerda tu clase de física: un cuerpo en movimiento
tiende a permanecer en movimiento.
Un diario del
estado de ánimo puede ayudar. Controla tu estado de ánimo día a día. Lleva un registro
de tus medicamentos, sueño, ejercicio y rutinas de alimentación. Al estudiar tu
diario puedes ver patrones entre lo que haces y tu estado de ánimo.
Puedes
utilizar un cuaderno de bolsillo para hacer un seguimiento de breves momentos
positivos. Puede ser tan simple como seguir una sonrisa, o una risa. Anota el
día y la hora. Esto te ayudará a descubrir momentos de brillo que penetran incluso
a través de los días oscuros.
Jugar con mis
nietos pequeños puede motivarme. Pretendiendo ser los Power Rangers atrapando a
los chicos malos permite que mi niño interior juegue y me dé motivación para
más tarde en el día.
La música
puede mejorar el estado de ánimo. Escuchar pistas de películas de Misión
Imposible, Rocky, y otras, me dan la adrenalina que ayuda a motivarme.
Una falta severa
de motivación puede ser una señal para ver a tu médico, para que ajusten tus
medicamentos, o cambiar tu régimen recetado.
Viktor Frankl
en su libro “El hombre en busca de sentido”, afirma que cuando tenemos sentido
podemos soportar el sufrimiento. Su análisis es que nuestra voluntad de sentido
puede ser una “tarea a realizar”, “una persona para amar”, o una “causa por la
que vivir”.
Durante las
profundidades de mi depresión, mis hijos me dieron un propósito. Sufrí con la
esperanza de que se encontrara un tratamiento que salvara a mis hijos si ellos
heredaran mi enfermedad. Esa fue mi fuente de motivación.
Nuestra mayor
motivación viene de la esperanza. La esperanza, la realidad, de que somos
amados por Dios.
“¿No has sabido, no has oído que
el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo
alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no
tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y
caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas
como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Isaías
40:28-31
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