"Medicamentos Vs. Fe" Por Joyce González
Mi nombre es Joyce, soy de
Colombia y vivo en Valencia, España. Hace un tiempo, navegaba por Facebook
y encontré por casualidad una publicación que captó mi
atención de inmediato. Confieso que no soy muy amante de la lectura, pero si
veo un artículo que me parece interesante, ahí me quedo hasta terminarlo.
Empecé a leer lo que había encontrado y OH! GRATA SORPRESA, hablaba del estigma
que teníamos las personas que estamos diagnosticadas con un problema de salud
mental, porque a mí me decían que era cristiana y mi problema se debía a
falta de FE, falta de ORACIÓN, falta de AYUNO, DEBÍA HACER MÁS GUERRA
ESPIRITUAL, etc., etc...
Hace algunos meses había
empezado un libro devocional que duraba 21 días y me propuse cumplir la
hora para levantarme pactada por mi hacia Dios; levantarme, orar, leer el
devocional y, lo más importante, mi mayor motivación era abandonar el
tratamiento con ansiolíticos pautados por mi psiquiatra.
Los primeros días me sentía
valiente, muy BUENA CRISTIANA, porque por fin había aceptado que Dios bastaba
para sanarme sin necesidad de medicación –y eso lo sigo creyendo con todo mi
corazón, ya que sabemos que Él es soberano y nada hay imposible, pero hace lo
que desea y lo que es bueno para sus hijos y que cuando permite pruebas
difíciles JAMÁS nos deja solos–. Cuando llevaba un mes (ya había terminado el
devocional), el TAG más depresión se estaba convirtiendo casi en esquizofrenia,
ya que no tomaba la medicación... No dormía, mi cuerpo y mi cabeza temblaban de
manera incontrolable, y entonces decidí retomar mi tratamiento sin importar lo
que otros hermanos me dijeran. Y poco tiempo después fue cuando encontré la
maravillosa información de la Página FRESH HOPE... Entendí que SI era cristiana,
aun tomando el tratamiento, y que nos estigmatizaban por recurrir a la
psiquiatría. Quiero decir que estaba en shock, pero de la alegría y del gran
descubrimiento que Dios había permitido que encontrara.
De forma inmediata me puse en
contacto con una señorita llamada Samantha Karraá de García, explicándole que
necesitaba con urgencia su ayuda. Me respondió casi enseguida –y ya la llamo
Sammy, no Srita. Samantha–, me explicó lo de los grupos de apoyo, la forma de
acceder a ellos mediante la aplicación ZOOM, y a los pocos días tuve mi primera
reunión.
Estoy completamente segura que
Dios fue quien me llevó a esa página, quien hizo ese milagro, porque aunque aún
no estoy al 100% ya que deben regular la medicación, estoy prosperando, tengo
esperanza y le explico a mucha gente que ignora las causas de los trastornos
mentales, que nuestro cerebro, debido al estrés, a traumas de la niñez, a
problemas de violencia y muchas otras cosas, pues deja de producir la
suficiente serotonina y dopamina y debemos administrarla con pastillas. Así de claro y sencillo.
Estar en Fresh Hope ha sido
milagroso... Somos una familia unida y nos ayudamos mutuamente cuando estamos
atravesando momentos difíciles... Nos damos versículos, tips, pero nada de
medicación; de eso se encargan los profesionales en salud mental.
Ya no me siento culpable por
tomar la medicación... ya sé que es normal que necesite más tiempo para dormir
que las personas que no padecen dichos trastornos.
Y aquí cobra mucha vigencia
Romanos 8:28, y ahora quiero ayudar a tantas personas que padecen lo mismo y le
doy infinitas gracias a nuestro Dios, en el nombre de Jesús, por ese recurso
milagroso que nos ha dado.
GRACIAS DOY A DIOS POR FRESH
HOPE.
Fresh Hope es una organización sin fines de lucro basada en la fe que permite a las personas vivir bien a pesar de su reto de salud mental.
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Muchas gracias por tan buen artículo.
ResponderBorrarFelicidades por su continua y progresiva recuperación.
¡Dios es bueno todo el tiempo y en todo tiempo Dios es bueno!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQue bendición fue leerte Joyce, gracias por compartirnos tu testimonio ❤️
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