"Cómo La Iglesia Me Mantiene Cuerda" Por Katie R. Dale
Los Domingos Son Especiales
Cuando
me di cuenta de que los domingos eran los días en que íbamos a la iglesia,
también me percaté del clima y descubrí que el sol tenía una forma de brillar
más intensa en esos días. Así parecía.
Tal
vez fue que era el día del Señor, y en esos días se me concedió una visión
especial para ver el día a través de sus ojos – Santo.
La
Iglesia Como Fuente de Consuelo
La
iglesia ha sido una fuente de consuelo para mí. Especialmente cuando estaba
enferma de bipolaridad, aunque nunca me identificaron colectivamente como
enferma. Pero los miembros individuales, otros asistentes a la iglesia se
detenían, me miraban a los ojos y veían mi dolor. Me ofrecían palabras de
consuelo y paz. En mi depresión y confusión, oraciones. En mi manía y psicosis,
empatía.
Mientras
luchaba ignorantemente en mi manía, una amorosa hermana en Cristo me llevó a un
lado después de la práctica del coro una noche y se sentó conmigo en el oscuro
vestíbulo de la iglesia. “Mi hija pasó por un momento difícil como tú. Yo
también. Tu mente es como una casa, con el papel tapiz muy disperso y tienes
que cubrir tu mente con las escrituras, de pared a pared.” Estuve de acuerdo de
todo corazón, aunque no sabía que mi mente necesitaba una dosis saludable de
medicación, además de la escritura sólida.
La
Iglesia Como Fuente de Sanidad
La
iglesia normalmente (y casi siempre) ha estado ahí para mí. Como miembro, hay
un sentido de pertenencia, co-responsabilidad y rendición de cuentas. Mi marido
y yo hemos disfrutado de pertenecer a la iglesia, y de múltiples maneras, me ha
mantenido cuerda. Identificarme como miembro me ha dado un propósito y realización.
Hay
días en los que parece ser un sacrificio o un dar más que un recibir, pero
después de todo, termina siendo más bendecido el dar. Esto evita que
enloquezca, en el sentido de que me consuma el hacer las cosas a mi manera,
todos los días de la semana. Y realinea mi dirección y voluntad con Aquel que
se ofrece a ayudarme a guiarme por los mejores caminos de la vida.
Ser
desafiada a examinar mi corazón, a ayudarme a ganar sabiduría y comprensión, a
escuchar mensajes que calmen el alma en un sermón, y a ser animada a seguir
luchando la buena batalla y nunca renunciar a mi fe.
Estas
son todas las razones por las que me mantengo conectada a la iglesia. Estas son
todas las formas en que la iglesia me mantiene cuerda. Alimenta mi fe, mantiene
las llamas de mi corazón ardiendo por Jesús. Él cuida de Su rebaño a través del
pastor y otras ovejas de Su rebaño.
La
Iglesia Sin Cristo No Es Nada
Hay
poder en los números, luego hay poder en el Elegido. El Elegido que sale a
buscar y encontrar al que se pierde, entre los 99. Yo estaba perdida, pero
luego fui encontrada. Y fui encontrada por el Único que puede salvar. El
precioso Jesús. Qué poderoso Consolador al que sirve la iglesia. A Él le debo
todo.
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