"Aumentando Mi Felicidad, Ayudando" Por Jamie Meyer
Matthew
tiene una palabra amable y una sonrisa para todos los que conoce, desde el
cajero del banco hasta el barista que le sirve el café. Aunque sea algo
pequeño, él sabe que marca la diferencia en el día de esa persona. Cindy va más
allá del típico “¿Cómo estás?” al preguntarle a la gente que conoce “¿Cómo va
tu día?” Quiere que esa persona sepa que ella está genuinamente interesada.
Aunque
sus nombres han sido cambiados, ambos viven con los continuos desafíos de tener
un diagnóstico de salud mental. Dados los muchos desafíos que enfrentas cada
día, ¿te has preguntado alguna vez si tienes la energía física y emocional para
ser más generoso? ¿Te preguntas si tienes algo que valga la pena dar? Sé que yo
mismo he luchado con esas preguntas.
Si
estamos en un episodio hipomaníaco, normalmente tenemos mucha energía y
motivación. Tendemos a sobre comprometernos a hacer cosas y ayudar a los demás
cuando nos sentimos en la cima del mundo. Desafortunadamente, cuando empezamos
a bajar, podemos sentirnos estresados y arrepentirnos de haber tomado esas
decisiones. Los síntomas de la depresión no tardan en aparecer, lo que hace que
estemos más enfocados en nosotros mismos y que sea menos probable que veamos
las necesidades de los que nos rodean. Sentirse desmotivado y letárgico puede
hacer que dar parezca imposible.
Me
gustaría compartir contigo cuatro cosas que me han ayudado a convertirme en una
persona más empática y dadivosa. A pesar de los altibajos de tener depresión
bipolar, he aprendido que si puedo quitarme de encima mis pensamientos –que sé
que no es fácil cuando estás deprimido–, entonces empiezo a sentirme mejor.
1)
Primero, cree que tienes algo que dar. Tendemos a pensar que no podemos marcar
una diferencia positiva en la vida de otras personas debido a las limitaciones
de nuestra enfermedad. En realidad, ¡tienes mucho que dar! Los estudios han
demostrado que las personas con problemas de salud mental son oyentes más
atentos, sinceros, compasivos y comprensivos. Tienes la capacidad de empatizar
con alguien que está sufriendo porque tú también has sufrido.
2)
Sé más consciente. Se necesita un esfuerzo intencional para mirar más allá de
nuestras luchas para ver las necesidades de la gente que nos rodea. Empieza a
buscar oportunidades para ayudar o animar a otros.
3)
Mantén el equilibrio. Hacer demasiado puede afectar tu capacidad de mantenerte
mentalmente estable. Sé flexible en tus compromisos para poder decir “no” si no
te sientes bien.
4)
Empieza con algo pequeño. Tal vez sólo sea una sonrisa y hacer contacto visual
con la cajera del supermercado. Incluso los actos de bondad más pequeños pueden
marcar una gran diferencia. El simple hecho de saber que alguien se preocupa
puede convertir el pésimo día de una persona en uno bueno.
Elegir
ser más bondadoso te beneficia a ti también. Ayuda a romper el ciclo de
rumiación y pensamiento negativo que puede mantenerte enfocado en tu interior.
Empezarás a sentirte más feliz y satisfecho con sólo saber que las pequeñas
cosas que haces son una bendición para los demás. Incluso si la gente no te
devuelve tu amabilidad, aún recibes los beneficios de un mayor sentido de
autoestima, satisfacción y la alegría de saber que has hecho una diferencia.
Fresh Hope es una organización sin fines de lucro basada en la fe que permite a las personas vivir bien a pesar de su reto de salud mental.
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