"Confesiones de un Ministro Agotado" por Jason Moore

¿Cuántas habilidades se requieren para que los pastores hagan bien su trabajo? Piense específicamente en un pastor principal (solo) o tal vez en un plantador de iglesias. Adivine. (Reglas de El Precio es Correcto: lo más cercano sin excederse) Un proyecto reciente de investigación determinó que se espera que los pastores en funciones particulares sean competentes en 64 habilidades. No puedo pensar en otro trabajo en la tierra donde se espera que una persona haga tantas cosas y las haga bien. Especialmente en un trabajo que implica una dinámica espiritual, mental, emocional y relacional tan complicada. Si tiene problemas para creer en 64 habilidades, entonces considere esta lista abreviada.

Como plantador de iglesias, en un momento u otro, mis responsabilidades incluían: predicación, enseñanza, asesoramiento pastoral, gestión de crisis, desarrollo de liderazgo, moderación de la junta de ancianos, tareas de custodia, relaciones públicas, gestión de edificios, redacción de planes de estudio, desarrollo de políticas, asimilación, planificación de la adoración, comunicación con los funcionarios de la ciudad, alcance, evangelismo, coordinación de eventos, elaboración de estrategias, dirección de grupos pequeños, archivo de documentos, organización de comidas, pintura, enlosado... ¡esa no es una lista exhaustiva! Y estamos haciendo estas tareas en un contexto cultural que cambia rápidamente y que incluye más confusión y conflicto que en cualquier momento de la historia de la humanidad. Es un trabajo imposible realizado por personas imperfectas.

¿Es de extrañar que tantos pastores se consuman? A mí me pasó. Las exigencias del trabajo y la presión de ser experto en tantas categorías... es agotador. Los pastores son figuras públicas que son frecuentemente criticadas y muy raramente elogiadas. A pesar de que muchos de nosotros tenemos títulos avanzados en teología y estudios bíblicos, simplemente no estamos preparados para los desafíos únicos de liderar organizaciones compuestas por personas pecadoras, dolidas y quebrantadas.

Ahora, el título de esta serie de blogs es un poco engañoso. En agosto de 2020, renuncié a mi papel de pastor principal en la iglesia que habíamos plantado 10 años antes. La razón principal de mi renuncia fue porque el Señor me había estado preparando para un nuevo llamado al campo de la salud mental cristiana y el cuidado de los pastores. Sin embargo, en los días y semanas iniciales de la transición, me di cuenta de que mi nivel de agotamiento era extenso.

ESTABA FRITO. Lo había estado durante bastante tiempo. Durante años, experimenté ciclos de agotamiento. Cada vez, pensaba que resurgía de las cenizas como un Fénix que resurge de Arizona (referencia a Seinfeld; gracias, Frank Costanza). Pero no fue así. La verdad es que, si Dios no me hubiera llamado, habría renunciado. No he dejado el ministerio, pero tuve que dejar el ministerio de la iglesia. Mi enfoque no era saludable. No era sostenible.

Amigos pastores, no están solos. Es probable que se sientan solos y aislados. Los pastores y sus cónyuges suelen decir que tienen pocos amigos íntimos y confidentes, si es que tienen alguno. Si siguen esta serie, espero que mi historia les ofrezca alguna perspectiva y ánimo. No solo soy pastor, sino que también capacito y cuido a otros pastores. Desde que me alejé de mi papel en la iglesia, he aprendido mucho sobre los elementos clave que construyen la resiliencia y mejoran el bienestar.

Mi problema no era el ministerio en sí mismo. Mi problema era la tendencia a ejercer el ministerio de una manera que incluía patrones personales y profesionales defectuosos. Acompáñeme a explorar los diversos factores, aspectos e ideas. En las semanas y meses venideros, publicaré sobre temas como: el miedo a los fracasos, la vergüenza, las relaciones duales, las relaciones transaccionales, el narcisismo, los problemas de salud mental/emocional, los traumas, las heridas del corazón, los peligros de ser una familia pastoral, la protección contra el agotamiento, la búsqueda de confidentes seguros y de confianza, la gestión del estrés, los ritmos de descanso, etc.… será divertido.

De verdad, nos divertiremos por el camino. En un intento de mantener mi cordura mientras plantaba la iglesia, empecé a crear recetas de hamburguesas rellenas. La mejor es la hamburguesa gyro, rellena de cordero y feta. Los amantes de la carne saldrán con algunos consejos culinarios útiles. 🙂

El objetivo no es quejarme ni desahogarme. Queremos que los visitantes de la página de Fresh Hope para Pastores interactúen. Nuestro deseo es provocar la reflexión y promover la conversación. En un entorno de amor y apoyo mutuos, podemos aprender juntos cómo florecer a pesar de los desafíos únicos del ministerio pastoral.

Jason Moore es el director de Fresh Hope para Pastores. Obtuvo una Maestría en Divinidad en el Seminario Teológico del Pacto y actualmente es un ministro ordenado en la Iglesia Presbiteriana en Estados Unidos. Jason es un ex plantador de iglesias y un entrenador de pares certificado. Su experiencia y sus conocimientos le permiten acompañar a los pastores cuando se enfrentan a los retos del ministerio vocacional. Jason proporciona una visión y un estímulo a los líderes del ministerio cuando se enfrentan al agotamiento, la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud espiritual, relacional, mental y emocional. 

Artículo Original:

https://freshhopeforpastors.org/confessions-of-a-ministry-burnout/

Fresh Hope es una organización sin fines de lucro basada en la fe que permite a las personas vivir bien a pesar de su reto de salud mental.

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