"Un Testimonio, Un Propósito y Una Esperanza" Por Ruth Mixel
Me gustaría
compartirles un poco de mi testimonio y de como Dios me fue guiando hasta
encontrar uno de los principales propósitos que Él tuvo para mi vida, y una de
las áreas en que Él quiere que le sirva.
Cuando yo
nací, mis padres ya eran cristianos y me congregaba con ellos, pero no fue sino
hasta los 14 años que hice la decisión de entregarle mi vida a Dios,
encontrando la razón de mí existencia en Él y el verdadero amor, gozo y paz en
Cristo Jesús.
Hace poco,
durante éste tiempo de cuarentena, el Señor me hizo recordar que en esos
primeros años de convertida, yo oré a Dios para que usará mi vida como Él
quisiera y en un área de necesidad; otra de mis oraciones (y ahora que lo
pienso, bastante atrevida) fue que me diera un testimonio con el que pudiera
compartir de su evangelio, y para mi asombro, algunos años después cumplió mi
deseo de la manera que menos lo esperaba.
Todo empezó
en el 2011, cuando gracias a Dios logre entrar a la carrera de administración
en la UNAM; sin embargo, en el segundo semestre tuve una depresión sin razón
aparente que duro casi un mes. Ahora me doy cuenta de que la causa no era
totalmente por el estrés y mis circunstancias, y tampoco se trataba de algo de
índole espiritual, pues algunos dicen que si estas deprimido es por falta de fe
o estas oprimido por demonios que entraron por tu pecado; simplemente, era el
comienzo de una enfermedad y deficiencia de sustancias en uno más de mis
órganos, el cerebro.
En las
vacaciones que le precedieron, logre recuperarme de la depresión, aunque al
entrar a tercer semestre, comencé a tener cambios bruscos en mi estado de ánimo
(manías), también una gran confusión de lo que era real y lo que no lo era, y a
padecer un gran miedo irracional y una gran desesperanza. Al ver el
comportamiento tan extraño que tenía, mis padres intentaron hacer y abarcar
todas las áreas que me podrían estar ocasionando aquello, pero nada resultó, y
cada vez me ponía peor.
La situación
llego a tal extremo, y me puse tan mal, que tuvieron que llevarme a un hospital
psiquiátrico; mi mamá investigo por psiquiatras cristianos pero no los halló, y
finalmente, lo que dijeron los médicos fue que tuve un cuadro psicótico por
estrés, luego me medicaron y, gracias a Dios, de inmediato mejore.
Desde el
inicio, mi pastora me aconsejo analizar todas las áreas por las que me podría
estar pasando aquello; junto con mi pastor oraron por mi liberación espiritual,
por si se trataba de algo espiritual, pero no ocurrió nada; también visite a un
neurólogo, quien me dio apoyo para manejar el estrés, y tuve consejería en el
área de sanidad interior.
Sin embargo,
en el 2013, cuando cursaba el sexto semestre, el doctor decidió que dejara de
tomar mi medicamento, pensando, supongo, que lo que padecí fue algo ocasional,
pero no fue así, por lo que tuve una recaída terrible en mi enfermedad durante
un campamento de la iglesia. Pasado el tiempo, me pude recuperar cuando el
doctor volvió a recetarme la medicación anterior, entonces pude regrese a
clases y pude terminar mi carrera, gracias a Dios. Ahora que lo pienso, veo que
esta recaída fue necesaria y parte del proceso que el Señor tenia conmigo para
poder llegar a la recuperación y superación de la situación que Él quería que
tuviera.
La segunda y
última recaída que tuve fue cuando iba a mitad de hacer mi tesis para titularme,
a finales del 2017, esta fue debido a que de nuevo queríamos intentar probar si
podía estar sin el medicamento y el doctor me fue reduciendo la dosis hasta el
punto en que tomaba solo un miligramo, pero esta dosis no fue la suficiente, mi
recuperación tardó más que las otras, pero gloria a Dios que el medicamento me
terminó por hacer efecto y fue usado por Dios para poder recuperarme y poder titularme.
Hoy reconozco
que, durante todo este proceso de aceptación de mi enfermedad, recuperación y
aprendizaje, que pronto cumplirá 10 años de haber comenzado, el Señor fue fiel
en cada momento, puso a las personas, los lugares, los recursos, y todo lo
necesario para que yo no dudará de Su amor y cuidado, fortaleciendo mi fe,
dándome consuelo en Su palabra, ayudándome a confiar en Su soberanía y
haciéndome entender que todo era parte de un propósito y todo nos ayuda para
bien, pero lo más importante, para que nunca dejara de darle la gloria.
En junio
cumplí un año de haber comenzado a trabajar y, aunque mi contrato terminó, hoy
puedo decir que Dios está cumpliendo la petición que le hice hace tantos años,
pues por Su gracia, he podido servirle y a Su iglesia en un área de gran
necesidad, la de la salud mental, al encontrarme con personas y familiares de
casos con enfermedades de esta índole.
En ocasiones
me han dicho algunos médicos que no pareciera que estoy enferma, y todo se lo
debo a Dios, que me ha permitido tener una vida funcional a pesar de mi diagnóstico;
tengo familia y amigos que me aman y a quienes puedo amar, terminé mis estudios
y he trabajado formalmente y he podido servir durante estos años en varios ministerios
de la iglesia en la que me congrego.
Y entre los
propósitos que considero que Dios tiene para mí están el escribir un libro acerca
de mi experiencia. Además, doy gracias a Dios por haber encontrado a Fresh
Hope, pues he podido ser parte de los grupos de apoyo cristiano online, en los
cuales he aprendido que no estoy sola, que hay otros como yo, que encontramos
esperanza en Jesús, y que hay muchas herramientas para nosotros, por las cuales
el Señor obra poderosamente. Sí Dios quiere, pronto tomaré el entrenamiento que
ofrece Fresh Hope para iniciar un grupo de apoyo en mi comunidad y seguirme
preparando para ayudar a otros que han pasado por situaciones similares.
He aprendido
que darle la gloria a Dios con nuestra vida y entregar la vida por completo a
sus propósitos para su gloria no siempre va a ser sencillo, pero es para lo que
fuimos creados y Él es digno de recibir la gloria de nosotros en todo momento y
a pesar de lo que sea que hayamos pasado. Porque de Él, por Él y para Él son
todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre.
Fresh Hope es una organización sin fines de lucro basada en la fe que permite a las personas vivir bien a pesar de su reto de salud mental.
TU regalo proporcionará a una persona Nueva Esperanza de Dios para la vida diaria. Haz clic aquí para donar, hoy.
Que testimonio tan bonito al ver como Nuestro Padre te usó y te va a seguir usando y el diagnóstico está controlado para la Gloria de El. Escribe un libro mi querida Ruth, que tienes madera de escritora. Dios te siga bendiciendo
ResponderBorrarMuchísimas gracias! Que linda! Dios te bendiga igualmente! ❤️
ResponderBorrarMuchísimas gracias! Que linda! Dios te bendiga igualmente! ❤️
ResponderBorrar