"Octubre – Mes de la Conciencia y Movilización del Trastorno de Déficit de la Atención (TDAH)" Por Christian Coleman-Jones

 

Todos los años, en octubre, se celebra el mes de la sensibilización del TDAH. La función que cumple este mes es la de promover la conciencia entre la ciudadanía de lo que es el TDAH, sus causas, síntomas y tratamientos. 

Les soy honesto, antes de escribir este blog, no sabía verdaderamente qué era lo que quería decir. Quizás las presiones y empujones de mi vida me llevaron a pensar que no era un tema de mucho interés entre ustedes. Pero me había equivocado. Me había equivocado de tema. Estaba tan ocupado con mi propio cuidado de TDAH, de entender de dónde viene en términos de neurociencia, que me había distraído de lo más importante. El tema no es la conciencia del TDAH, el tema es la conciencia que debemos tener día a día, de que nuestras vidas son gobernadas por Cristo, si estamos en El. El tema principal, es Cristo. 

Sí, definitivamente el tema principal, el tema preeminente en nuestras vidas completas e íntegras, es Cristo. Una vez que tenemos el tema principal definido, podemos volver a lo que pensábamos era el tema de cabecera y dejar que todas las verdades sean filtradas por Cristo. 

Es importante que sepamos científicamente como se entienden los síntomas que padecemos. Estamos acostumbrados a utilizar en nuestras conversaciones, entre nosotros y entre familiares o amigos, palabras como: deficiencia, padecimiento, enfermedad, trastorno, entre otras, que realmente no ayudan en nuestro proceso de crecimiento o recuperación. Por ejemplo, utilizamos la palabra “trastorno” antes de “déficit”, como parte del acrónimo TDAH. 

Los estudios más recientes y de mayor credibilidad entre los científicos del primer mundo, sugieren, en algunos casos, que no hay un trastorno o una deficiencia, sino una diferencia entre quienes somos neurodivergentes y quienes son neurotípicos. Se utiliza la palabra neurodivergente para describir la mente que neurológicamente es atípica o diferente a la mente que en mayores proporciones se ven en la neurociencia. La palabra neurotípica describe a la mente que cae en el espectro típico. Voy a utilizar estas palabras para evitar tener que adoptar los términos: deficiencia, trastorno o irregular – aunque es importante destacar que existen deficiencias neurológicas que requieren tratamiento, como veremos debajo. Sin embargo, las palabras son importantes. Utilicemos las que son de edificación y no usemos las que no nos edifican, dentro de la verdad que da la Palabra y la ciencia. 

En la sociedad en general, histórica y culturalmente, se ha conocido al TDAH como una neurodivergencia de niños con falta de atención o hiperactividad. No se había reconocido, hasta poco, que esos síntomas podrían persistir hasta los 40 o 50 años, sin ser diagnosticados. Adicionalmente, se está empezando a reconocer que los síntomas reales y característicos del TDAH son:

   1. Regulación emocional deficiente.

   2. Afectación de las funciones ejecutivas.

   3. Disforia sensible al rechazo.

Habrán observado que en ninguno de esas tres características se menciona a la falta de atención o la hiperactividad. Se está reconociendo que quien padece de TDAH tiene una habilidad única de prestarle atención a las cosas, a las cosas que le gratifican. De hecho, puedo estar frente a la computadora por 4 horas sin parar dedicado a un tema que me da mucha satisfacción explorar. Por el otro lado, me cuesta horrores comenzar una tarea y terminarla, si no me satisface. No es tan fácil como decir: “si se te dedicaras más, lo podrías hacer” o, “échale ganas”, en fin, ya entienden. No, la mente que no responde a la falta de gratificación no va a generar la suficiente motivación como para comenzar y, a veces, terminar una tarea aburrida. Esto no es una cuestión de motivación conductual que puede ser modificada con un esfuerzo personal, de la misma manera que una persona con una pierna fracturada no puede alterar el ritmo de su recuperación con palabras. 

La falta de regulación emocional es un distintivo entre personas con TDAH. ¿Lo han notado? Quizás conocen a alguien con este diagnóstico, que tiene dificultad en controlar su furia, o controlar su impulsividad. Además de la falta de control emocional, sentimos intensamente todas las emociones. Si algo nos da alegría, la sentimos con mucha intensidad, a tal grado que a veces no sabemos cuando es tiempo de parar. Cuando sentimos o percibimos que alguien nos pudo haber rechazado, sentimos ese rechazo con mucha intensidad, de inmediato y por mucho tiempo. 

La función ejecutiva del cerebro es la que regula la organización, el tiempo, la habilidad de priorizar, determinar las consecuencias de nuestras acciones, y la lista sigue. Cuando la función ejecutiva se ve afectada, puede producir procrastinación, demoras, falta de reconocer la importancia de las tareas, en fin, es una función de suma importancia, que puede determinar el curso de la vida de cualquier persona neurodivergente. 

Se ha dejado también de reconocer al cerebro como un órgano que pone sus funciones en compartimentos independientes, sino que opera de una manera similar a la que funcionan las redes en informática. Cuando una red no puede transmitir información a otra red, todas las redes asociadas pueden fallar. De una manera muy general, es así como se está empezando a reconocer que funciona nuestro cerebro. Es una red de redes, que funciona de manera integrada, tan es así que cuando falla una red, las demás pueden verse afectadas de igual forma. 

¿Observaron cuánta información puede haber en tres simples características? ¿Pensaron que el TDAH sería más complejo de lo que se imaginaron? No soy científico, ni médico, ni psiquiatra, ni psicólogo. Solo me interesa saber qué es lo que está pasando. Por favor, tomen lo que he descrito arriba como un ejemplo de la cantidad de información que se puede obtener con dedicación. No es mi intención reemplazar la opinión médica y profesional que tengan, no se apoyen en mis observaciones como verdades absolutas. Ustedes también pueden recopilar información para poder entender y para poder explicar. 

Quizás ustedes no padecen de TDAH, pero tendrán preguntas personales que podrían esclarecerse si se investigara un poco más, o quizás quieran romper con las barreras culturales que existen en nuestras sociedades, sobre la salud mental. La clave está en el estudio. 

Esto nos lleva ahora al tema principal de este blog – Cristo. Porque por Él, para Él y por medio de Él fueron creadas todas las cosas (Colosenses 1:16-18). Sin excepciones, sin compartimentos, todo fue creado por y para Él. Eso incluye nuestras mentes. Él es quien gobierna y controla las funciones de nuestro cerebro. Cada una de esas funciones, millones de ellas, ocurriendo simultáneamente en fracciones de segundo, responden a la soberanía de Cristo.

Sí, creemos que Dios es bueno y que todo lo hace con un propósito bueno. Que nuestro Dios es un Dios de amor (1 Juan 4), es nuestra paz (Juan 14:27), quien ordena que todas las cosas operen para nuestro bien (Romanos 8:28) y nuestra esperanza (1 Juan 5:13-14; 1 Pedro 1:3-6; 2 Corintios 4:16-18; Juan 4:13-14).

Ponemos nuestra esperanza todos los días en Cristo, no en la ciencia como solución autónoma y suficiente. Necesitamos la ciencia para entender, necesitamos de la medicina para sanar y necesitamos de entendimiento para conversar con otros.

Dios es soberano. Utiliza los medios necesarios para que su propósito sea cumplido (Isaías 43 y 46), ni una palabra que Él pronuncia vuele a Él vacía. Siempre se cumple el propósito de Dios. Por eso, es importante estudiar y conocer lo que padecemos, ya que es ahí donde podremos comenzar a ver cuál es el propósito de Dios en la condición de nuestra salud mental. Dios no se equivoca.

 

Celebremos el Día Mundial de la Salud Mental y el mes de la conciencia del TDAH, sabiendo que Cristo lo gobierna todo y que, por lo tanto, con o sin conocimiento, tenemos garantizada nuestra esperanza, la única esperanza que, como su misericordia, es nueva cada mañana.

 

Christian F. Coleman-Jones

 

Nota: Este blog contiene información sobre el padecimiento de TDAH. Es una experiencia personal y no debe tomarse como observación científica o médica ni debe reemplazar las opiniones y recomendaciones de un médico. Acuda a su médico o profesional en todo momento.

 

Información recopilada de varios documentos emitidos en www.additudemag.com.

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