Los Cristianos también se Deprimen! (Por Tim Challies, Challies)


Uno de mis momentos preferidos de conferencia hasta la fecha ha sido una interacción entre John MacArthur y John Piper. Los detalles están un poco nublados, pero si no mal me acuerdo, estaban participando en un panel de discusión y el moderador les preguntó acerca de la depresión.  Piper describió algunas de las horas más oscuras durante su vida y ministerio, diciendo que por un período largo de tiempo- meses o años- él lloró todos los días. Luego fue el turno de MacArthur’s para hablar y dijo, "Yo nunca he estado deprimido ni un día en mi vida". Fue una declaración práctica, creo yo, vacía de cualquier tipo de juicio. Era simplemente la verdad. Puede que no lo recuerde perfectamente, pero algo así pasó. y marcó en fuerte contraste cómo dos hombres, ambos usados poderosamente por el Señor, pueden tener experiencias tan diferentes y posiciones tan diferentes.

Los Cristianos también se deprimen. Esta declaración podría parecer un poco trillado, pero es un mensaje importante y uno que los Cristianos necesitan escuchar. Demasiadas personas han sido enseñadas de que los Cristianos- los Cristianos de verdad, los buenos Cristianos, los Cristianos reales- no se deprimen o que la depresión es siempre el resultado de pecado serio. Esto acumula culpa y angustia sobre aquellos que ya de por sí están sufriendo dolor emocional o mental. ¿Es mi depresión el resultado de pecado que he cometido contra Dios? ¿Hay algún pecado que necesite confesar para hacer que la depresión se vaya? ¿Soy tan siquiera Cristiano? Con la angustia viene el estigma para que aquellos que sufren tan seguido sufran en silencio, temerosos y avergonzados de admitir por lo que están pasando. Muchos Cristianos simpatizan con el dolor físico pero ponen los ojos en blanco con el dolor emocional. 



El mensaje en el corazón del pequeño libro de David Murray acerca de la depresión está todo en el título–Los Cristianos también se deprimen. Este mensaje es notablemente liberador. Inmediatamente aclara tantas malas concepciones peligrosas y que no ayudan. No quisiéramos de licencia para revolcarse en depresión, pero quisiéramos que nos permitiera ver y creer y comprender que para muchas personas la depresión es a la mente caída lo que la enfermedad es para el cuerpo caído. Este libro sigue una estructura simple de 6 capítulos.

  • La Crisis – Una lista de ocho razones de por qué deberíamos estudiar este tema.
  • La Complejidad – La actitud y el espíritu que los Cristianos deberían mantener cuando estudian este tema. Aquí Murray les pide a los Cristianos que eviten los extremos y que persigan un balance mientras también evitan el dogmatismo y buscan humildad. 
  • La Condición – En este capítulo Murray define la depresión y ofrece una lista de maneras en las que esta podría desarrollarse  en la vida. 
  • Las Causas – En lo que podría ser el capítulo más importante en el libro, Murray discute las variadas causas de la depresión.
  • Las Curas – Existen muchas maneras de curar la depresión. Para responder la pregunta que todos se están haciendo, Murray recomienda el cuidadoso y medido uso de medicamentos en algunas circunstancias. 
  • Los Cuidadores – Cómo los amigos y familiares y pastores deben cuidar a aquellos que están deprimidos. 

Creo que la fortaleza más grande de este libro es su mensaje liberador de que la depresión no debería llevar tabú que causa que aquellos que la padezcan la escondan en vergüenza. A la vez, no debería hacer que otras personas respondan con shock o regaño o juicio. Murray hace un buen trabajo en alinear la depresión –sufrimiento mental o emocional –con el sufrimiento físico que todos encontramos en la vida. A pesar de que podría ser causado por el pecado o empeorado por el pecado, no debemos permitirnos a nosotros mismos asumir que este siempre es el caso. 

Otra fortaleza es el tono medido, pastoral. Demasiada escritura en este tema cae presa de grandes rasgos o juicios radicales. Murray deja claro que él no es extraño a la depresión; él la ha enfrentado en su ministerio y "entre amigos y algunos a quienes yo amo más en este mundo." Esto hace que el hable con cuidado, que hable con sensibilidad,  y matiz donde el matiz es necesario. La persona que está lidiando con la depresión, con ansiedad o con ataques de pánico encontrará simpatía y esperanza en las palabras de este libro y en el mensaje del evangelio del cual el depende.  

Pesando tan solo 100 páginas, Los Cristianos También se Deprimen es lo suficientemente corto como para ser leído por los que están sufriendo; en donde un libro de 200 ó 300 páginas podría ser demasiado, este es corto y accesible y urgente.  También es una lectura valiosa para aquellos que están tratando de ayudar a amigos o familiares que están lidiando con depresión. Es justo el tipo de libro que es del tamaño correcto y el precio correcto para comprar y mantener a la mano, listo para darlo- y puedo garantizar que la oportunidad se presentará en no mucho tiempo. Probará ser un recurso valioso para el pastor o conejero o prácticamente para todos los demás. Lo recomiendo altamente.
Post Original-
https://www.challies.com/book-reviews/christians-get-depressed-too/


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