Entradas

Una oración de peso eterno: Juan 17 Por: Silvia Cardona Sicard

Imagen
Esta oración la hizo Jesús en vísperas de morir. Una oración que, aunque fue pronunciada hace más de dos mil años, sigue teniendo el mismo peso y poder hoy. Era el momento previo para cargar con la cruz que sellaría nuestro destino. Lo primero que hace es orar por sí mismo . Reconoce que “la hora ha llegado” y que ha cumplido la obra que le fue encomendada: dar vida eterna. Con la satisfacción de haber obedecido hasta el final, se abandona en las manos de su Padre y pide que, a través de su sacrificio, tanto Él como el Padre sean glorificados. Lo segundo es que ora por sus discípulos , aquellos que el Padre le entregó y que recibieron y creyeron en sus palabras. Clama por su protección en medio de un mundo difícil y real. Jesús no pide que sean sacados de él, sino que sean guardados y apartados por la verdad eterna de la Palabra. Sabe que ellos deben permanecer, porque de lo contrario, ¿quién seguiría con la misión? Finalmente, ora por todos los futuros creyentes: por ti y por mí. Jesú...

La Culpa: Bendición Vs. Peligro Inminente. Por: Silvia Cardona Sicard

Imagen
  La Culpa: Bendición Vs. Peligro Inminente En muchas de las conversaciones que he tenido la oportunidad de compartir como Agente de Esperanza, he notado un tema que casi nunca falta (por no decir nunca): la culpa. Yo misma he luchado en muchas ocasiones por comprenderla. Mientras el humanismo actual y su filosofía niega la posibilidad de la culpa y rechazan este sentir —que es inevitable en el ser humano—, Dios, en Su Palabra, nos da una perspectiva distinta. Una perspectiva que nos ayuda a discernir cuándo la culpa puede ser una bendición y cuándo se convierte en un peligro inminente . La Real Academia Española define “culpa” como: “Imputación a alguien de una determinada acción como consecuencia de su conducta. // Hecho de ser causante de algo.” En otras palabras, la culpa surge cuando se ha sido causante de una acción y genera un señalamiento por dicha conducta. Desde la psicología, la culpa se entiende como una emoción que funciona como alarma cuando se ha transgredido una no...

EL DOLOR SUSURRA VERDAD: EL ruido interior. Por: Silvia Cardona Sicard

Imagen
  EL DOLOR SUSURRA VERDAD   El ruido interior Aunque el mundo esté en silencio, nuestra mente puede ser lo bastante ruidosa como para no dejarnos en paz. Es fácil aceptar el silencio de afuera; lo difícil es aprender a convivir con el incesante murmullo interior. Son esos pensamientos que cuestionan, que recuerdan lo que duele, que parecen tener siempre la última palabra. Así, nuestro interior se convierte en un campo de batalla. El ego, alimentado por heridas, frustraciones y recuerdos cargados de vergüenza o tristeza, magnifica el dolor para justificar su existencia. Quiere opacar lo más genuino que somos, hijos de Dios. Y aunque sus argumentos parezcan lógicos, esa lógica siempre conduce a más dolor y vacío. El problema del ego es que insiste en mostrarnos el dolor como injusticia, fracaso o derrota. Se asegura de ser el centro. Pero cuando miramos desde la perspectiva de Dios, el quebranto adquiere otro sentido: nos moldea, nos acerca a Él y nos enseña que inclus...

CUANDO LA MENTE DUELE: Síntomas que no debemos ignorar y la presencia de Dios en medio del proceso - Por: Silvia Cardona Sicard

Imagen
  Durante estos últimos años he aprendido que el dolor emocional no siempre se ve, pero sí se siente profundamente. Acompañando a mujeres, he descubierto que muchas veces cargamos con síntomas sin saberlo o, peor aún, creyendo que eso es falta de fe o incluso se pone en duda si somos verdaderos hijos de Dios. Síntomas que no debemos pasar por alto He visto y entendido cómo la mente comienza a dar señales de que algo no anda bien. Algunos de esos síntomas son: Tristeza que no se va con facilidad. Cambios en el sueño: noches de insomnio o deseos de dormir todo el día. Pérdida de interés en actividades que antes daban alegría. Dificultad para concentrarse o tomar decisiones sencillas. Cansancio que parece no tener explicación. Aislarse de la gente que uno ama. Pensamientos de desesperanza o de sentirse sin valor. ¿Cómo afectan estos síntomas la vida? Cuando la mente se encuentra en batalla, todo nuestro ser lo siente. Las relaciones se deterioran, el rendimiento laboral o académico di...

El amor… Qué palabra tan pequeña, pero tan significativa. Por: Pablo Cardozo

Imagen
  El amor… Qué palabra tan pequeña, pero tan significativa. Hoy quiero hablarte del amor en medio del proceso, del dolor y del sufrimiento. Muchas veces, en medio de nuestro proceso de salud mental, sentimos falta de AMOR . No porque realmente no lo recibamos, sino porque nuestra mente está tan agotada que nos hace creer que estamos solos. Por eso hoy quiero hablarte de ese amor, y contarte del AMOR que Dios tiene por vos y por mí , a pesar de cómo fuimos, somos y seremos. Durante el proceso, en muchas ocasiones no logramos ver ni sentir el amor de nuestra familia, pareja, amigos, padres, hermanos o abuelos. Pero no es porque no nos amen, sino porque estamos tan cansados de ver, sentir y vivir tantas cosas, que creemos que el amor ya no existe. El dolor nos hace sentirlo así. Quiero recordarte que no es así: muchas de las personas que están a tu lado te aman más de lo que imaginas. Tal vez sientas que no te entienden, que no te ayudan, o incluso que empeoran tu situación....

"¿ Si no estoy roto/a, sino en proceso ? Entendiéndome sin juzgarme" por: Silvia Cardona Sicard

Imagen
Hay momentos en los que la vida se siente más pesada. No necesariamente es una tristeza profunda ni una tormenta por dentro… a veces es solo una pausa inesperada, una sensibilidad que surge sin explicación. Y ahí, justo ahí, es donde muchas veces nos juzgamos: “¿Por qué tengo este sentimiento?  ¿Será que algo está mal en mí?” Pero ¿si ese sentimiento no es señal de debilidad, sino una invitación al crecimiento? ¿Y si no estoy roto/a, sino en proceso? Estar en proceso también es avanzar Creemos que estar bien es no sentir nada incómodo. Pero la verdad es que cada emoción tiene algo que enseñarnos, incluso las más retadoras. No estás retrocediendo solo porque tienes días más lentos, tal vez estás tomando impulso. Tal vez estás escuchando por fin lo que en tu espíritu se ha estado susurrando hace tiempo. Aceptar nuestras emociones no significa quedarnos atrapados en ellas, sino reconocerlas como señales en el camino que debemos atender. Y eso, también es avanzar. Me debo ternura Uno d...

"¿Y si contamos hasta diez?" Por Carla Villarán

Imagen
  Una anécdota que recuerdo siempre de mi hijo mayor junto a mi esposo es que cuando la energía eléctrica se iba por alguna tormenta, fallas de la red o cualquier circunstancia ajena a nuestro control, se repetía el siguiente dialogo: -         ¡Papá! ¡Se fue la luz! -         Vamos a hacer un truco… contaremos hasta 10 y antes de que lleguemos al 10 verás cómo vendrá… Las risitas de incredulidad sonaban escandalosas sin reparo alguno a lo que continuaba mi esposo sin perder la seguridad de su atrevido pronunciado: -         ¡Ah, no me crees! Empecemos a contar y verás que no te estoy engañando… (más risitas, pero ya con cierta duda) Uno… dos… tres… tres y un cuarto… tres y medio.. tres y dos tercios… cuatro… cuatro y medio… cinco... cinco y 7 octavos… seis… seis y un quinto… seis y dos quintos… -         ¡Apúrate! ¡Que si no, no va a venir!......

"¡Sé buen hijo, ser madre es difícil! ¡Qué se regocije la que te dio a luz! Proverbios 23:25" Por Triny Guevara

Imagen
Nada en la vida me ha resultado tan difícil como llegar a ser madre de mi madre… Gracias a Dios fue a una edad madura, de más de cincuenta años y mi madre, de más de ochenta, ella recibiría el diagnóstico de Alzheimer. ¿Pero cómo? Una mujer tan competente, tan independiente y tan sana toda su vida vendría a ser dependiente de una hija enfermiza desde su más temprana edad, eso es algo que mi pequeña mente no podía concebir. Ella quien había sido uno de mis más grandes apoyos en los momentos más duros de mi vida por mis problemas de salud y otras situaciones, quien había vivido físicamente lejos de mí en los últimos años, ella mi madre ¿enferma? Y ¿con esa enfermedad? Y lo más difícil ahora vendría a ser totalmente dependiente de mí. Creo que suena duro decirlo, pero créanme que es mucho más duro vivirlo. Aceptar el diagnóstico me hizo recordar como en años anteriores ella había vivido con el temor y terror de esa enfermedad porque ella misma también lo vivió como hija… ella también fue ...