Fresh Hope para la Salud Mental

El duelo es parte de la depresión. Con la depresión viene la pérdida. La depresión puede haber cambiado tus sentimientos de manera que incluso las cosas positivas se ven de manera negativa. Puede que no seas “tú mismo”. Tus niveles de energía son más bajos, socializas menos, puede pensar con menos claridad, los medicamentos a menudo tienen efectos secundarios no deseados. Puede que te sientas como si no fueras la misma persona que eras antes de la depresión. Estas pérdidas son reales. Con la mente nublada, recuerdo un incidente mientras estaba severamente deprimido, me confundí conduciendo por caminos que me eran familiares. Fue sorprendente y aterrador. Después de eso, me lamenté por haberme confundido. Estaba enfadado, conmocionado por este síntoma de mi depresión. Avergonzado, me preguntaba qué me estaba pasando. Me preguntaba si esto sería permanente. Me afligía por “no ser yo”. ¿Cuál es la respuesta a las preguntas? Primero, recuerda que hay tratam

1. Habla de Ello Comienza con la predicación desde el púlpito (¡son ustedes, pastores!). Incluye historias sobre aquellos que han experimentado personalmente las enfermedades mentales como testimonios, de cómo han experimentado la esperanza y la curación en el tratamiento práctico de la salud mental y los resultados. Normaliza su realidad desde la perspectiva del pastor. Haz que un experto en el tema, o un miembro de la iglesia con una historia de éxito sobre cómo ha manejado su enfermedad, venga y hable a la congregación un domingo por la mañana o un miércoles por la noche. Organiza un panel de discusión, invitando a varios expertos en el tema, y ofrezce una charla sobre lo que la iglesia puede hacer para ayudar a aquellos que padecen una enfermedad mental. Haz que estos eventos estén abiertos a la iglesia y a la comunidad. 2. Aprende Sobre Ello Si eres un líder de la iglesia, busca material sobre enfermedades mentales y las formas en que la iglesia puede ayud

En medio de lidiar con los síntomas de las enfermedades mentales, es fácil confundirse sobre que tan bien lo estamos haciendo. Nuestros estados de ánimo pueden variar, y algunos días nos sentiremos mejor que otros. Con el paso de los años, he descubierto que estos tres son indicadores de que tan bien lo estoy haciendo. También me dan una visión de cómo se ve la recuperación y me ayudan a volver a encarrilarme cuando lo necesito. Finalmente, me ayudan a comunicarme con mi médico cuando evaluamos mi proceso de recuperación. Cuando me mantengo firme en el proceso de recuperación he notado que... 1. Mi tanque de esperanza está lleno Mis sentimientos pueden variar, pero la fuente de mi esperanza está en el Señor y en lo que hizo por mí en la cruz. Él es la roca en la que estoy parada. Me dio muchas promesas, como la de Romanos 8:28, para que sepa que no importa lo que este enfrentando, Él usará todas las cosas juntas para mi bien de acuerdo con Su propósito. Esta promesa

“Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado.” Romanos 12:6 Todos nacemos con inclinaciones naturales hacia ciertas características de la personalidad. El temperamento es la parte biológica de tu personalidad. Tu temperamento puede ayudarte a controlar tu depresión. La gente con personalidades dominantes son muy exigentes y orientadas a alcanzar objetivos. Utiliza esas características para tratar tu depresión. Con tu consejero, usa tus habilidades para establecer metas realistas. Puede ser tan simple como esos “días en que no puedes salir de la cama” en los que te fijas la meta de tomar una ducha. Usa tu fuerza y determinación únicas para enfrentar los problemas que vienen con la depresión. Si tienes una personalidad dominante debes comprender que el tratamiento de la depresión lleva tiempo. No te enojes porque no sucede tan rápido como tú crees que debería. Aprende que algunas cosas están fuera de tu control. Usa tu determinación para superar l