Fresh Hope para la Salud Mental

Muchos de nosotros con discapacidades solemos tener dificultades para mantener relaciones con los demás. Puede ser agotador y aterrador para nosotros tratar de cumplir con las expectativas de la sociedad. La sociedad nos presiona para que gastemos cierta cantidad de energía en relacionarnos con nuestros amigos todos los días o varias veces a la semana. Se espera que estemos disponibles para responder rápidamente a los mensajes de texto y que seamos excesivamente flexibles o receptivos. Se nos dice que debemos mantener el contacto con el mayor número de personas posible, y se nos menosprecia cuando decidimos cortar con la gente. También se nos hace sentir culpables cuando queremos decir "no". Si no podemos cumplir estas expectativas, se nos dice que la gente nos abandonará o nos rechazará. Nos enseñan que la gente se cansará de nosotros si no somos capaces de cumplir esas expectativas. Esto no quiere decir que las relaciones no sean una necesidad o una parte vital de nuestro b

"Puntos de Pivote" El fin de semana pasado, estaba viendo el partido del campeonato de baloncesto masculino de la NCAA, y me di cuenta de algo. Los pivotes. Ahora, sé lo que es un pivote - ¡todos mis hijos han jugado al baloncesto! Incluso he encontrado una definición en el diccionario: "Colocar un pie en el suelo y girar para que el otro pie gire hasta 360 grados alrededor del pie fijo". Y me puse a pensar en los puntos de pivote que experimentamos en la vida. Todos estamos familiarizados con este aspecto. Estamos viviendo la vida y algo nos obliga a cambiar de dirección.... pero ese pie anhela permanecer arraigado. A veces nos encontramos dando vueltas y vueltas, con ese pie pivotante firmemente plantado donde ha estado cómodo. Como resultado, ¡no podemos avanzar en ninguna dirección! La vida crea puntos de pivote. Estamos en el juego, corriendo por la cancha, y de repente llegamos a un punto muerto causado por la muerte de nuestro cónyuge. Nos encontramos con que

¿Alguna vez has sentido que tus lágrimas no tienen fin? ¿Sientes que lloras solo, porque nadie entiende el dolor? ¿Qué hay de esas noches en las que sollozas hasta quedarte dormido – tal vez incluso años después de que tu cónyuge se haya ido? Tal vez te preguntes: "¿A alguien le importa que mi corazón esté roto y que yo llore?" ¡Las lágrimas son una parte muy real de nuestra vida! Sabemos que las lágrimas forman parte del duelo por las pérdidas que todos experimentamos. Dios nos creó como seres emocionales; es parte de su imagen en nosotros que podamos reír y llorar, estar felices o tristes, ser valientes o temerosos. A veces, incluso derramamos lágrimas por acontecimientos alegres. Pero hay algo que quizá no sepas. El Salmo 56:8 dice: " Tú llevas la cuenta de todas mis angustias   y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco;  has registrado cada una de ellas en tu libro. " ¡Espera! ¿Dios realmente guarda mis lágrimas en una botella? ¡Sí, lo hace! Me imagino una